lunes, 16 de junio de 2008

Tus Plantas y mis Chelas


Hay un pacto casi imperceptible, que a cada uno satisface en su nivel. O hacemos como que nos satisface.
La vida puede ser un caos, la relación se la estará llevando el caño, pero tu impavida atiendes tus plantas antes que otra cosa en el día. Yo por mi lado recurro a mis chelas al final del día, como una forma de soltar la tensión que se acumula entre nosotros.
Y el efecto es el mismo en ambos, nos evadimos y nos perdemos. Sentimos que la soledad, que la ruina, que la miseria, se encuentra más lejos de nuestra casa.
Tu a tus plantas
Yo a mis chelas.
Y la vida sigue.