martes, 12 de agosto de 2008

Pequeños pedazos de vida


Un cuarto estrecho no es vida, dicen algunos, pero es la vida de muchos.
Un pequeño pedazo de vida, compartido muchas veces, que obliga a ver la vida en pedazos pequeños de eso que se llama rutina diaria.
Las compras son caras, pero pocas: jabon pequeño, una pasta diminuta, un poco de jamòn, y tan solo una cuantas tortillas.
La vida se hace pedacitos y uno tambièn. Se vive en pedazos de lo que deberìa ser.
Pequeñas porciones, no de una vida elegante, sino de una vida en miseria. Estos son nuestros días.

La Vaciedad del Tiempo


El tiempo, el implacable, el que paso. Ese desgraciado que nos impide permanecer de un modo que nos agrade, pero que nos ayuda inconcientemente con los momentos amargos.
El tiempo es vacio.
Al menos eso creo.
Deja una estela de vacuidad dificil de llenar. Solo la esperanza del mañana, la fe en el futuro, nos alienta a seguir.
Què serìa de la vida sin fe. Sin misterio por lo que tenemos enfrente y que no vemos.
La vacuidad del tiempo nos obliga a seguir de frente, a no detenernos en su cavio eterno.

jueves, 7 de agosto de 2008

Cambios, nada para de cambiar!


Por momentos quisiera que el tiempo se detuviera, para poder analizar lo que se me viene encima. Para poder disernir cuál es el mejor camino para uno y los que lo acompañan a uno.
Por momentos quiero tener una bola de cristal mágica que me diga ciertas consecuencias de mis actos a futuro y poder evaluar de mejor manera lo que vendrá.
Tal vez esta sea el encanto de la vida que nos toca, el misterio de cada paso entraña. Que a pesar de que podemos suponer y pensar en ciertas consecuencias de nuestras decisiones, el entorno que nos rodea siempre cambia, cambia aunque no querramos, y esos cambios nos afectan, afectan nuestro futuro y las consecuencias de nuestras decisiones.
Cambio. Una vez más.
Parece de inicio, mejor.
Me parece un cambio interesante.
Espero que los planes a futuro tengan efecto real sobre la dirección que pretendo tomar de mi propia vida. Ojalá.