viernes, 25 de julio de 2008

Confesiones mientras disfruto de un orgasmo!


Dan las 2 de la mañana. Empapando las sábanas con mi sudor, me recuesto a su lado. De nuevo ella. Ella, siempre la misma, con los ojos cerrados como queriendo atrapar el último orgasmo y llenarse de mi.
Tendido en la cama humedecida, me pierdo en ideas que trato de descubrir en el techo. Siento su mano buscando la mía. Al hallarme me aprieta, pero no reacciono. Sigo absorto en el techo de mi habitación. Mis pensamientos revolotean de una idea a otra sin detenerse, pero contra mi voluntad se enfocan en esa imagen que me perturbó durante toda la sesión: Tú.
No es la primera vez que me pasa. En los más de dos años que llevo saliendo y cogiendo con ella, nunca ha faltado la ocasión en la que piense en otra mientras cogemos. No es a diario pero ha pasado.
Se que ella me corregiría diciendo: “Hacemos el amor”, pero para lo que hacemos, coger es más apegado a la realidad.
Lo que me perturba es la constancia con la que apareces a últimas fechas mientras cojo con ella.
Ni que decir de cuando me hace preguntas triviales y yo callo.