miércoles, 5 de diciembre de 2007

Aveces

A veces, cuando estoy solo en mi cuarto, me pongo a pensar y no porque la soledad me orille a eso, sino porque tu memoria me transporta a mares de profunda intensidad. Ese mar que invita a la imaginación y a la felicidad.
A veces, cuando estoy solo en mi cuarto, apago las luces, abro la ventana y viendo las estrellas me pongo a pensar. Pienso en escenas de amor, en relaciones extrañas. Imagino amarte por el cosmos fundiendo nuestros cuerpos en una nube gaseosa de intensa luminosidad. Veo el cielo, y las estrellas contestan a los sueños excitando mis sentidos.A veces, cuando estoy solo en mi cuarto, me pongo a llorar. Porque mis pensamientos llegan a donde te encuentras y mis ideas platónicas toman un tinte singular. Porque mis pensamientos te recrean y refrescan tus frases de eterno dolor, y un adiós humedece mi corazón.